A la hora de programar tus comidas, es preciso asegurar la correcta combinación de alimentos para mejorar la calidad de la digestión y evitar molestias como gases o hinchazón abdominal, fermentaciones y putrefacciones intestinales. Combinar bien los alimentos te permitirá asimilar mejor los nutrientes. El sistema digestivo requiere menos energía y tu organismo puede centrarse en otras funciones como reparar células y depurarte. Este ahorro de energía también repercute en tu estado de ánimo: te sientes menos pesad@ después de comer y tu vitalidad aumenta.
Existe una correcta combinación de alimentos?
No existe una regla de oro para la combinación correcta de alimentos, existen recomendaciones generales pero también debes tener en cuenta tu tolerancia individual. El origen de las teorías sobre combinación de alimentos es reciente. El padre del Higienismo William Howard y, más adelante, los naturópatas Herbert M. Shelton y Arnold Ehret, propusieron que los distintos grupos de alimentos requieren tiempos, pH y enzimas diferentes para su correcta digestión. Existe controversia al respecto, continúa leyendo y al final me cuentas tu opinion. En primer lugar vamos a clasificar los alimentos en función de su contenido en nutrientes para que sea más sencillo de explicar las combinaciones correctas.
El pH del estómago es siempre ácido para digerir las proteínas gracias a la pepsina. Los hidratos de carbono se digieren en la boca y en el duodeno gracias a la enzima amilasa. Las grasas también se digieren en el duodeno mediante las lipasas. Cuando mezclas algunos alimentos, se altera el pH del tubo digestivo, las enzimas encargadas de metabolizarlos pierden actividad y se retrasa la digestión, favoreciendo la fermentación de azúcares y la putrefacción de proteínas. Estos fenómenos favorecen la acumulación de residuos tóxicos, paso de nutrientes mal digeridos al torrente sanguíneo y agravan la sintomatología de hinchazón abdominal, gases e inflamación. La fermentación excesiva genera la acumulación de polialcoholes, que a su vez son el alimento de bacterias y levaduras. Cuando el intestino delgado está muy dañado se genera permeabilidad intestinal, alteración de la microbiota (flora intestinal) y malabsorción intestinal. Si además de estos síntomas tienes diarrea alterna a períodos de estreñimiento, debes comentarlo con tu médico para descartar enfermedad inflamatoria intestinal (EII) o síndrome de intestino irritable (SII) antes conocido como o colon irritable.
Cómo combinar bien los alimentos
Debes basar tu alimentación en alimentos de temporada, crudos o cocinados de una forma ligera, evita alimentos procesados o con muchos aditivos para reducir la posibilidad de alergias e intolerancias alimentarias. Es conveniente beber sólo lo indispensable en el transcurso de la comida para no diluir los jugos gástricos y permitir que el ácido clorhídrico y las enzimas encargadas de la digestión hagan bien su trabajo. Si quieres evitar los gases y/o el malestar gastrointestinal sigue estas reglas básicas. Ten en cuenta tu propia experiencia personal para evaluar los efectos de cada combinación de alimentos. Las féculas (pan, pasta, arroz, cereales, etc.), por su contenido en almidón requieren un medio ligeramente básico para que las enzimas implicadas en su digestión actúen (ptialina y amilasas salival y pancreática). Como este proceso se prolonga durante una hora, si tomamos a la vez alimentos de carácter ácido como limón, vinagre, frutas ácidas, piña, un exceso de tomate, yogur o azúcar, aumentará el riesgo de fermentación o putrefacción intestinal del almidón con las consiguientes molestias por gases. Su complemento ideal son las verduras . Los azúcares sencillos (fructosa, lactosa) presentes en las frutas y en la leche, son de fácil fermentación, por lo que es necesario acelerar su paso por el intestino, evitando tomar simultáneamente alimentos de digestión más lenta como féculas (pan, pasta, arroz, cereales) o grasas. Por ello, las fresas es mejor tomarlas al natural, pues la nata combina mal doblemente, con la fruta y con el azúcar utilizado para su elaboración.
El azúcar y la miel además, combinan mal con las proteínas grasas (queso graso, frutos secos y huevos). Esto desaconseja los flanes o los postres que lleven huevos, azúcar y frutos secos. Las frutas en general, alteran el aprovechamiento digestivo de las Las frutas ácidas dificultan la digestión de las grasas; por tanto, te aconsejo que consumas la fruta en los tentempiés, fuera de las comidas principales.
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