Necesitas beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día para que tu cuerpo funcione bien. El agua mejora tu digestión, el aspecto de tu piel e, incluso, te llena de energía. Encima no tiene calorías y te ayuda a adelgazar. A pesar de todas estas ventajas, la mitad de los españoles no bebe suficiente agua. ¿Es tu caso? Entonces sigue leyendo para descubrir cómo te beneficia el agua y mira la galería con los mejores trucos para beber más agua casi sin darte cuenta.
¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE BEBER AGUA?
Sin ella no podríamos vivir. Es el elemento más abundante en la composición de nuestro cuerpo y es indispensable para mantenerlo sano.
Nos alimenta, puesto que es el “transporte” de ciertas vitaminas y minerales, indispensables para las células del cuerpo.
Limpia el organismo, pues ayuda a eliminar toxinas.
Evita el estreñimiento, ya que contribuye a que la expulsión de heces se haga con más facilidad y frecuencia.
Nos llena con su ligero y breve efecto saciante. Bebe un vaso de agua 10 minutos antes de comer y llegarás con menos ansia a la mesa.
Cuida la piel, que es la primera línea de defensa del cuerpo.
TRUCOS FÁCILES PARA BEBER MÁS AGUA Y para que puedas conseguir tu objetivo, y beber más agua, he preparado unos trucos facilísimos para que, poco a poco, empieces a hidratarte sin esfuerzo.
1. TOMAR AGUA CON LIMÓN
A muchas personas el agua les resulta sosa. Para hacerla más apetecible puedes añadirle distintas sustancias que, además de sabor, le aportarán sus cualidades. Por ejemplo, unas gotas de limón harán que resulte más depurativa y te ayudará a eliminar líquidos. También puedes añadir hojitas frescas de menta o hierbabuena. O un chorrito de concentrado de granada, que es muy antioxidante.
2. BEBER AGUA DESPUÉS DEL CAFÉ
Siempre que tomes un café, acompáñalo luego de un buen vaso de agua. ¿Por qué? El café hace que el cuerpo segregue gastrina y el exceso de esta hormona puede llegar a provocar úlcera o gastritis. El agua fría tomada tras el café frena esta secreción.
3. BEBER DOS VASOS CON CADA COMIDA
Si bebes un vaso antes y otro después del desayuno, la comida y la cena, solo te quedarán dos o tres vasos para completar tus necesidades diarias. Además te ayudará a sentirte llena y a mantener bajo control el peso, tal y como afirma un estudio de la Universidad de Birmingham. Y si eres de las que creen que beber durante la comida es malo, recuerda que el agua no diluye los jugos gástricos. Se trata de un mito. Al contrario, beber en las comidas (o antes o después) facilita la asimilación de nutrientes.
4. COMPRAR UNA BUENA BOTELLA
Ligera, rellenable y con un buen cierre, para que la puedas llevar siempre encima. Elige un modelo de acero o de plástico duro libre de bisfenol A (esta sustancia altera el sistema endocrino y se encuentra en muchos envases de plástico). Para reutilizar son mucho mejores que las de plástico blando y transparente.
5. BEBER AGUA COMO RUTINA
Adopta la rutina de tomar un vaso de agua cada vez que pases de una actividad a otra: antes de salir de casa, al empezar a trabajar, en la pausa, al regresar… Y para que te sea más fácil utiliza el truco del post-it. Dibuja ocho casillas en un papelito a la vista y marca una cruz cada vez que bebas un vaso.
6. PONER UNA ALARMA EN EL MÓVIL COMO RECORDATORIO
Puedes controlar tu ritmo bebiendo si programas la alarma de tu móvil para que te avise cada dos horas. Existen varias app que te ayudan a beber la cantidad adecuada. Las mejor valoradas son Water your body e Hydro (en español).
7. APROVECHAR LAS VISITAS AL BAÑO
Puedes utilizar tu propio cuerpo como señal de que es el momento de tomar otro vaso de agua. Por ejemplo, inmediatamente después de ir al baño intenta beber un vaso. Y también... antes de empezar a cocinar, toma un vaso de agua. Así alejarás la tentación de picotear.
8. DILUIR LOS ZUMOS Y DARLES CHISPA
Los zumos contienen demasiado azúcar como para tomar vasos enteros. Dilúyelos en una cantidad equivalente o mayor de agua. También puedes pelar naranjas, limas y limones, cortarlos en cubitos y congelarlos. Luego ponlos en vasos de agua como si fueran hielos. Te refrescarán, darán sabor al agua y te ayudarán a consumir más frutas (¡cómetelos al final!).
9. AÑADIR PICANTE A LAS COMIDAS
Una pizca de picante hará que aumentes tu consumo de agua sin pensarlo para apagar “el fuego”. Una dosis moderada de picante favorece la digestión y ayuda a quemar calorías
10. DIFERENCIAR EL HAMBRE DE LA SED
Cada vez que creas que tienes hambre prueba a beber porque a menudo las sensaciones se confunden. Además, según la UNIVERSIDAD CHARITÉ de Berlín, aunque el agua no provoca la pérdida de peso por sí misma, sí que tiene un efecto de apoyo para la pérdida de peso cuando se combina con una dieta baja en calorías. Con lo que estarás matando tres pájaros de un tiro: calmarás tu sed, estarás más hidratada y te ayudará a perder peso.
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